lunes, 21 de diciembre de 2015

UNA NUEVA OPORTUNIDAD


         En días pasados, fue mi cumpleaños, y más allá de querer celebrarlo con globos, fiesta y demás, aproveché para tomarme un tiempo y reflexionar lo que esto significaba, y es que evidentemente cumplir años quiere decir que uno se hace más viejo, pero más allá de eso, cumplir años quiere decir que tenemos una enorme oportunidad más de agradecer que se nos haya dado el regalo de permanecer un año más en esta tierra. Para mi en lo personal fue un año difícil, pero al final si lo pongo en una balanza, me doy cuenta que los momentos complicados ni siquiera son tantos, porque al final la gente que quiero sigue con vida, gozo de salud, y con todo y algunos jalones, he salido adelante, lo que me ha dado la oportunidad de aprender, de entender, de crecer y sobre todo de fortalecerme, porque hoy a diferencia de lo que sabía cuando tenía 34, hoy sé, que pase lo que pase tengo dentro de mí, el poder más maravilloso que se nos da en la vida, un poder que a veces no valoramos como debiéramos, y es el poder de ELEGIR

       Podemos elegir cual es el camino que queremos recorrer, elegir de que manera queremos recorrerlo, como queremos encarar los buenos y los malos momentos, elegir nuestros sueños y nuestras batallas, pero sobre todo elegir nuestra actitud en la vida. Y es que muchas veces nos dejamos llevar por las quejas, y repelamos de todo y de todos, pero si vemos a fondo, la mayoría de nosotros tiene mucho más por agradecer que cosas por las cuales quejarse. Al menos todos los que están leyendo este blog, tienen acceso a una computadora, y eso quiere decir que tienen más que muchas personas en el mundo, todos están leyendo, por lo que cuentan con la vista por medio de la cual pueden apreciar la belleza de la vida, osea que en sí,  cuentan con más y mejores armas para encarar al mundo,  y bueno un sin número de razones más por las que deberíamos de dejar de lado la queja y empezar a apreciar la vida tal cual es, como una experiencia en la que a veces no nos topamos con las mejores situaciones, pero al final ninguna tormenta dura para siempre y mejores tiempos van a venir. Así que bueno hoy celebro, celebro que estoy aprendiendo muchas cosas, que estoy luchando por mis sueños, celebro que estoy complacida con lo que le entrego a la vida, cosa que no siempre es fácil porque durante muchos momentos de mi vida, dejé de luchar por mejorarme como persona, dejé de esforzarme, y permitía que la vida se adueñara de mi, en vez de yo apoderarme de ella, mis prioridades estaban equivocadas, y al final esto provocaba una baja autoestima, que estaba causada no tanto por mis errores sino por mi falta de acción, porque yo veía la vida pasar y no me animaba a tomarla entre mis manos. Me daba miedo quedar mal, que no fuera la suficientemente buena, que mis defectos pesaran más que mis virtudes, que no tuviera mucho de esto y me faltara poco de aquello, que esto y que aquello, el caso es que cualquier razón era suficiente para perpetuar mi falta de amor propio, y con esto mi mala elección sobre la vida que quería y podía tener, por lo que me sacudí los errores y encaré de frente la vida, y esta es la mejor elección que pude haber hecho, porque  poco a poco empiezo a ver las recompensas, y la recompensa más grande es que hoy que me veo en el espejo, notó el paso del tiempo, pero notó que gracias a este soy una mujer que elige dar lo mejor, y estoy segura que recibiré lo mismo.
        Encara la vida con la actitud de quien está dispuesto a ganar la batalla, aunque tengas miedo de ella.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 14 de diciembre de 2015

LÍMITES

        Quienes me siguen en Facebook, quizás notaron que la semana pasada toqué en más de una ocasión el tema de los límites, y lo hice no por casualidad, sino porque en este momento estoy pasando por un proceso en el que estoy aprendiendo a poner límites, Y no me refiero a ponerme límites de hasta donde quiero llegar en la vida, ni limitar mis metas y mis sueños, sino de poner límites a mi alrededor, límites sanos que definan mi espacio, límites en donde yo ponga las reglas concernientes a MIS COSAS. Hacerle ver a la gente que YO, Y SÓLO YO, soy la dueña de mi vida, levantar la voz para defender mis puntos de vista, decir no, cuando tenga que decirlo, bueno en resumen, aprender a expresarme.


        A mi en particular, me cuesta mucho hacer esto, tengo una tendencia ha buscar complacer a la gente, una tendencia que lo único que ha provocado es que en muchas ocasiones tenga que comprometer lo que pienso y lo que quiero, en favor de alguien más, lo que en definitiva no es sano, porque mi voz, mis ideas y mis pensamientos tienen tanto valor como el de cualquiera. Y es que a muchos de nosotros nos enseñaron que hay que ser educados, y nos confundieron un poco haciéndonos creer que es de mala educación contraponerte a la gente mayor, lo cual es en definitiva un error muy grande, porque debemos de aprender que grandes y chicos deben de ser respetados, que la educación no se define por que tanto uno asiente con los demás, sino por la manera en como uno respeta los puntos de vista ajenos al tiempo que defiende los propios, porque el respeto no solamente se le debe a los otros, sino principalmente a uno mismo. Yo me he dado cuenta que muchas veces en la vida no he dicho las cosas que pienso por temor a ofender a alguien más, y al hacerlo me he lastimado a mi misma, porque he tenido que lidiar con situaciones desagradables, que hubiera preferido que fueran de otra manera, sin embargo en mis manos tuve el poder de hacerlo, con tan sólo haber dado a conocer mi posición, sin embargo antepuse el complacer  incluso antes de mi misma. 
        Hay que aprender a  poner en claro algo, marcar límites y hacer escuchar tu voz, y eso no quiere decir que de un día para el otro te vayas a convertir en una persona mal educada, gritona y que vive a la defensiva, sino quiere decir que te vas a convertir en dueño de ti mismo, te vas a apreciar lo suficiente como para no hacer algo en contra de tus ideas, te vas a valorar tanto como para decir; esta es mi opinión y es muy válida, y te vas a dar cuenta que entre más lo hagas, la gente va a aprender a respetarte más, simplemente porque tú, les estás enseñando que eres una persona que pide y da respeto. Poner un límite no quiere decir que tengas que gritarle a alguien lo que no te parece, únicamente quiere decir que vas a establecer lo que quieres de manera firma, y nada más. Poner un límite significa que te amas lo suficiente para saber que no puedes, ni tienes porque gustarle a todo el mundo, por lo que si a la gente no le parece tu límite, será trabajo de ellos lidiar con eso, porque tu amor propio te impedirá de ahora en adelante  permitirte ceder simplemente por el miedo a ofender.


       Así que ahora que lo entiendo, me toca llevarlo a cabo. Así que si escuchan de mi un no, no es por otra cosa, más que porque es momento de decirme si a mi misma.

JESSICA WOOLRICH

viernes, 4 de diciembre de 2015

SUEÑOS AJENOS

       Algunos de nosotros en determinado momento de nuestras vidas nos damos cuenta que en un punto del camino nos olvidamos de nuestros sueños y proyectos, y comenzamos a vivir sueños ajenos, ya sea el de nuestros padres, pareja o hijos, pero sustituimos lo que siempre habíamos querido lograr, por los proyectos de alguien más. Sin darnos cuenta de las consecuencias que esto  puede traer a nuestras vidas. Esto es muy común con los jóvenes que deciden estudiar la carrera que sus padres han elegido para ellos, sólo por continuar con la tradición familiar, o por cualquier otra razón más, sin nunca preguntarse si esa carrera realmente era la que ellos anhelaban, la carrera con la que se sentían más cómodos, la profesión que querrían ejercer por el resto de sus vidas. El problema de esto es que muchas veces con el paso del tiempo llega la frustración, el enojo, los reproches, simplemente porque uno no supo decidir por sí mismo cual iba a ser el rumbo de su vida. Se ve también con las esposas que antes de casarse tenían un sueño y un proyecto y de pronto dejan todo atrás por seguir el rumbo elegido por el hombre, y se dedican a ser madre y esposa, sin acordarse de que es lo que anhelaban tiempo atrás, y bueno como estos hay muchos otros ejemplos más, de cómo nos olvidamos de nosotros mismos y le damos mayor importancia a la opinión o a las decisiones de alguien más. Y es que no es que sea malo que uno cambie de ideas, de planes y de proyectos, pero al hacerlo, hay que cuestionarse los motivos, para que estos sean porque uno elige mejores cosas que sustituyan a las anteriores, más no por rendirse y pensar que los sueños ajenos tienen mayor importancia que los propios, porque esto NO ES VERDAD. Nuestros sueños, como los de cualquier persona más, son sumamente valiosos, son los que le dan sentido a nuestra vida, son con lo que vamos a vivir cada día, nuestra profesión, nuestros proyectos, nuestros inventos o ideas, son algo personal que no tienen porqué ser elegidos por alguien más. Y es que todos debemos de aprender a respetar la libertad de los otros para elegir sus caminos, lo que a nosotros nos hace feliz puede hacer infeliz a alguien más, por lo que imponer nuestra voluntad lo único que logrará es que el otro viva una vida insatisfactoria, y mediocre.


     Cada uno de nosotros nace con dones y talentos, con capacidades únicas, y deseos personales, conforme vamos creciendo nos sentimos atraídos por cierto tipo de cosas, algunas parecidas a los gustos de nuestros padres, pero muchas otras muy distintas a las de ellos, pero esto no es malo, porque nuestra personalidad es única, nuestra mente es única, nuestro camino es único, por lo que está en nosotros decidir qué es lo que nos haría felices.


      Hace unos meses me di cuenta que había dejado en el camino mi sueño de convertirme en escritora, primero, lo había hecho a un lado por miedo, después por olvido, y al final me di cuenta que me había acoplado a la vida de los demás de tal manera que yo estaba esperando que se realizaran los proyectos de otras personas antes que el mío, en mi caso nadie me había pedido que dejara mi sueño, sin embargo yo había pasado de ser Jessica, la que sueña con publicar sus historias, a Jessica la esposa, la madre, la hija, más nunca la escritora. Hasta que un día la vida me recordó que yo tenía un sueño, y que valía la pena luchar por él, y que al hacerlo, no es que le diera la espalda a mi familia, sino que me estaba dando más valor como persona, lo que sería favorable para todos, así que solamente tendría que encontrar el balance para continuar siendo madre y esposa, pero finalmente ser la escritora que había soñado toda mi vida. Y el resultado ha sido maravilloso, y no me refiero a como ha sido recibido mi libro, sino al resultado interno, a lo que me ha provocado retomar lo que más anhelaba en la vida, me despierto feliz con mi vida, y me siento más capaz de enfrentarme a ella de la mejor manera, me siento con las armas suficientes para salir adelante, y esto lo han recibido muy bien quienes me rodean, simplemente porque están viendo la mejor versión de mi misma que puedo llegar a ser, se alegran de mi decisión porque lo que estoy dando de mi es lo mejor que tengo para dar, y ellos están recibiendo esto. 

        Así que la próxima vez que vayas a dejar tu camino por caminar un proyecto ajeno, recuerda que tus pasos deben de ser caminados por ti y por nadie más, que al final sólo tú vas a lidiar con las emociones que te provoque abandonar o perseguir tus sueños, así que si necesitas busca un balance, pero nunca claudiques en tus sueños.


JESSICA WOOLRICH