lunes, 8 de agosto de 2016

SABER ELEGIR

        ¿No  les ha pasado que en cierto momento de su vida se encuentran en una encrucijada, y por más que meditan y meditan no saben que camino tomar? A mi por lo menos me ha pasado, sentir que de una elección dependen tantas cosas, me provoca estrés, porque ninguno de nosotros tenemos una bola de cristal que nos diga que es lo que va pasar si tomamos el camino de la izquierda o el de la derecha, cuantas risas gozaremos, cuantas lágrimas derramaremos, porque todo en el futuro es un completo enigma, por lo que elegir de acuerdo al futuro quizás no sea la opción más saludable, quizás las elecciones deban de tomarse única y exclusivamente por lo que nos provocan y generan en el momento presente, después de todo ni siquiera tenemos la certeza de estar vivos el día de mañana para seguir recorriendo el camino. Así que por primera vez creo que entiendo que no hay otra forma de elegir al menos para mi, que escogiendo aquella opción con la que hoy nos sintamos más cómodos, no con aquella opción de la que esperemos cambios para poder disfrutar, o con la que ya no nos sintamos cómodos, pero al ser el camino conocido, nos genera menos temor que la incertidumbre de comenzar a andar por un nuevo trayecto. Por eso pienso que quizás lo mejor sea detenerse por un instante, permitir que los caminos se develen frente a nuestros ojos, y elegir con el corazón, con el alma, elegir en base a la felicidad, no la comodidad, elegir en base al goce no al miedo, finalmente todos tenemos ese maravilloso don que se llama intuición que nos habla en murmullos de los caminos correctos, las personas correctas, las miradas correctas. Esa pequeña voz que habla muy despacio pero se escucha muy alto, la voz que acallamos cuando preferimos complacer a alguien más, o cuando el miedo nos invade, por eso elige por y para ti.

         Inevitablemente habrán momentos en la vida en los que nuestros caminos no sean los que otros quieran, quizás sin quererlo lastimemos a alguien, pero lo que tienes que hacer es intentar hacerle ver a esa persona que tu intención no es lastimar, sino vivir, crecer y madurar, por eso aprende a complacerte a ti mismo, antes que a los demás, porque quizás a quien complaces hoy quedándote ene el camino equivocado, mañana elija para si mismo otro sendero distinto  y tu habrás desperdiciado la oportunidad de elegir de forma madura y responsable lo mejor para ti mismo. Se que no es fácil a nadie le gusta herir a otros, pero por un instante piensa si prefieres vivir una vida de elecciones ajenas, o de instantes propios.

         Por eso el día de mañana elegiré para mi, por mi, buscaré aquellos que me hace vibrar, sonreír y soñar y no andaré un camino que no me llene de felicidad.
JESSICA WOOLRICH