lunes, 31 de octubre de 2016

NUESTRAS DIFERENCIAS

Resultado de imagen para DIFFERENT FOOTBALL TEAM HUG        Por mi trabajo me tengo que mantener muy atenta a todo el rollo de las campañas presidenciales en Estados Unidos, y entre más leo, más conozco, y más se, siento que hay un punto en el que como mamá, me siento sobrepasada por tanto, tantos juicios, críticas, divisiones, insultos, y claro entiendo que en el ámbito político esto es normal, y para estas alturas de mi vida yo debería de estar más que acostumbrada, sin embargo ahora que soy mamá me cuesta tanto ver la realidad del mundo y no sentirme agobiada por esto, me cuesta trabajo ver que la gente se polariza de tal manera por pertenecer a uno o a otro partido, no se dan cuenta que después de que pasen las votaciones, esas mismas personas que antes veías como tus enemigos, seguirán siendo tus iguales, seguirán formando parte de un mismo conjunto que requiere del esfuerzo de todos para poder salir adelante. es entonces que me doy cuenta que esto que hoy me llama tanto la atención y me preocupa no es exclusivo de las elecciones presidenciales en aquel país, esto es el reflejo de lo que sucede diariamente allá afuera en la vida, en donde lo mismo surge odio y enfrentamientos por irle al Real Madrid o al Barcelona, o América vs Chivas, o si eres del PRI o del PAN, o si crees o no en el matrimonio igualitario, o si te gusta la música de banda o el rock, o si esto o aquello, el caso es que dejamos que las diferencias en nuestros gustos o en nuestras ideas sean mucho más importantes que la necesidad de aprender a convivir de manera sana, con respeto y entendimiento.

         Y es que de verdad hay un punto en el que no logro entender como después de tantos años sobre la tierra no hemos comprendido que nos guste o no, TODOS somos parte de lo mismo, y el ir en contra de lo que piense el otro, no hace sino generar enfrentamientos, guerra y finalmente muerte, y es que claro esto no quiere decir que no podamos estar en desacuerdo con lo que piense el otro, pero debemos de encontrar ese punto medio en el que las dos opiniones puedan cohabitar sin necesidad de llegar a los pleitos. Tú tus ideas, yo las mías. Y si no sabemos como encontrar ese punto medio, al menos el tener la intención de buscarlo, quiere decir que de alguna manera nos interesa más el bienestar común que el triunfar con nuestras ideas por sobre el otro.

Resultado de imagen para DIFFERENT RELIGION HUG       Así que bueno la siguiente vez que te enfrentes con alguien que piensa diferente a ti, antes de insultar, piensa que sería bueno respetar, y entender que tú eres tú y yo soy yo, y que existan más ideas, no significa que no puedan existir las tuyas, y el creer que sólo las mías cuentan no es sino un reflejo de la más inmensa de las soberbias. Esto lo anhelo con toda el alma, porque quiero un mundo mejor para mi hijo, quiero un mundo mejor para mi, y claro está también para ti.

JESSICA WOOLRICH


lunes, 24 de octubre de 2016

LA SILLA EN EL CAMINO

Resultado de imagen para AL PIE DEL PRECIPICIO
         A veces en la vida no es fácil comprender porque suceden ciertas cosas, bueno no solamente a veces, en mi caso es casi todo el tiempo, porque suelo toparme en el camino con giros inesperados, que al principio son rechazados por mi, por presentarse sin haber estado planeados, sin embargo con el tiempo, me he dado cuenta de que todo en mi vida, tuvo una razón de ser. Incluso lo malo, porque puedo decir que en verdad me he tropezado centenas de veces, a veces son tropiezos pequeños, que nadie nota más que yo, por lo que me es fácil retomar mi paso y seguir caminando, pero muchas veces he caído de forma tan estrepitosa que el dolor y las heridas, principalmente las emocionales, han hecho que levantarme no me sea fácil, pero ahí tirada en medio de mi camino, recuerdo que me daba cuenta que tenía dos opciones, mantenerme inerte, sin levantarme, sin soñar, pero también sin vivir, o buscar la manera de regresar a disfrutar y a aprender de mi vida, por eso me secaba las lágrimas, sobaba un poco mis golpes, y después poco a poco lograba ponerme de pie, y así estaba de vuelta a la vida, sin embargo hoy que recuerdo todas esas caídas, también puedo darme cuenta de que algunas de ellas yo ya las tenía previstas, antes de dar el paso que me llevaba al suelo, solía pensar me voy a caer, pero pensaba que detenerme podía frenar mi vida, o mi impulso, así que seguía andando con la esperanza de esquivar el tropiezo y poder seguir caminando. Y al final caía.


       Sin embargo así no me sucedió el día de  hoy por qué, cuando sentí que estaba por caer, me detuve, no recordé el impulso, no me preocupé por perder el tiempo simplemente me paré y me doy cuenta que no me equivoqué, parar no es errar, es analizar, meditar, es darte el tiempo suficiente para poner las cosas en una balanza, para analizar las curvas del camino, los atajos, o escoger uno de los dos caminos que podemos tener ante nosotros. Recordando mis caídas, me di cuenta de que yo suelo ser de las personas que primero caminan y luego analizan, pero hoy algo en mi me hizo hacerlo al revés, y creo que no me he equivocado, porque con lo que he aprendido a lo largo de mis años, me doy cuenta que si, es verdad que me puedo levantar, pero prefiero mil veces no caer. Al menos no hoy, al menos no después de haber analizado que podría haberme ido de frente a un precipicio. Y aunque no fue una caída, he aprendido una nueva lección en la vida, es increíble andar, ver paisajes, recorrer senderos, pero también es no sólo válido sino indispensable que de vez en vez nos detengamos a analizar hacia donde es que estamos caminando, y si nos damos cuenta que estamos coqueteando demasiado cerca de un barranco, es mejor buscar una nueva ruta, en donde no arriesguemos todo aquello por lo que hemos luchado tanto.

Resultado de imagen para SILLA EN EL CAMINO         Así que la próxima vez que vayan muy rápido por la vida,  busquen una silla, acomódense y dense oportunidad de analizar las consecuencias de sus pasos, sopesen los pasos, los riesgos, los beneficios y después de haber analizado ahora si regresen con más fuerza al camino elegido. Recuerden que no siempre el vencedor es el que llega pronto, sino el que durante el trayecto ha aprendido que es mejor escalar que correr, que es mejor aprender que negar, y que no hay nada más hermoso en la vida que valorar el camino y luchar por él.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 17 de octubre de 2016

MÁS QUE UNA FOTO

Resultado de imagen para persona con cámara fotográfica        En estos tiempos la gente centra tanto su atención en las vidas idílicas que se ven a través de una simple imagen en Instagram y se vuelven fanáticos de esa personas. creyendo que lo que se muestra en un pequeño recuadro de 110x110 px, como si una pudiera estar seguro que detrás de esa pequeña imagen no hay todo un montaje para manipular la realidad y que podamos percibir el paraíso, cuando normalmente quien está detrás de esa foto no es sino un ser humano igual que nosotros, quizás con distintas condiciones económicas, pero con problemas igual que los que enfrentamos a diario, con encuentros, desencuentros, con victorias y fracasos, con perdidas, con lágrimas derramadas y sonrisas forzadas, porque finalmente TODOS los seres humanos estamos llenos de sentimientos y emociones que independientemente de nuestras condiciones, no siempre podemos controlar, por eso hay que dejar de idealizar esas imágenes, y evitar perseguir esas vidas de ensueño. Aclaro, soy la primera que considera que SIEMPRE hay que luchar por alcanzar nuestros sueños, sin embargo, hay que diferenciar si son sueños o simplemente la necesidad de ser parte de una tendencia que puede provocar que no valoremos nuestras propias vidas, y es que a veces estamos tan pero tan enfocados, en creer que el cuerpo perfecto ese ese que vemos con filtros y sin marcas, la cara más hermosa es la que tiene una máscara perfectamente maquillada, la casa perfecta es donde no hay ni una pizca de polvo fotografiada, y olvidamos que el cuerpo perfecto es aquel que poseemos, la cara perfecta es la que refleja una sonrisa enorme llena de agradecimiento por la vida y la casa ideal es la que está llena de memorias felices, de risas, de recuerdos.
Resultado de imagen para persona con cámara fotográfica
        Así que te pido un favor enorme, la próxima vez que veas una foto, trata de ver más allá de esta, piensa que detrás hay historias, emociones, sentimientos, seguridades e inseguridades, piensa que esa persona sólo está mostrado un instante de su vida, y que no todo es lo que parece. Evita mirar hacia afuera, hacia esas vidas de película, y enfoca toda tu atención hacer de tu vida una existencia ideal, y no ideal porque tengas todo lo admirable en Instagram sino porque cada instante esté lleno de satisfacciones personales que pinten en ti la mejor de las sonrisas, porque lo verdaderamente importante y trascendente, no es aquello que puede ser fotografiado, sino lo que sucede dentro de nosotros en cada minuto y cada segundo de nuestras vidas. 

        Por eso vive más allá de una fotografía, sonríe más allá de un filtro, sueña más allá de un me gusta, sé feliz sin preocuparte por nada, y guarde recuerdos no fotos, eso es lo único que te llevarás cuando te vayas.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 10 de octubre de 2016

LA VIDA VA

Resultado de imagen para collage fotos           Hoy me doy cuenta que muchas veces suceden cosas en nuestra vida, que nos hieren, nos lastiman, y nos tiran al suelo, y en ocasiones logran que nos cuestionemos si podremos o no salir adelante, porque es tanto nuestro dolor, que nos olvidamos que la vida no es sino un compendio de  momentos, en los que las emociones van variando de acuerdo al tipo de circunstancias con las que nos encontremos, pero si recordamos que la vida es temporal, y que tanto lo bueno como lo malo, pasan y no se quedan repitiéndose una y otra vez para siempre, entonces podremos anclar si bien no nuestras emociones, si nuestro espíritu y nuestra esencia a la noción de que pase lo que pase, seguiremos adelante y podemos estar tan bien o tan mal como elijamos estar, tan sólo es cuestión de no aferrarnos a la vida, es cuestión de permitir que ésta pase frente a nosotros, y nos dispongamos a disfrutar los instante, las personas, sin engancharnos en los sucesos. Finalmente como un día escuché, tanto lo bueno, como lo malo pasan.

         Y así ha sido, hace un par de meses sentí que mi vida se caía a pedazos, las cosas no iban como yo lo había planeado, sin embargo de una u otra manera, logré salir adelante y hoy más que nunca me doy cuenta que aún cuando a veces parece que la vida no sale como queremos o soñamos, siempre hay un propósito para todo, por lo que no ay mejor forma de vivir la vida, que aprendiendo de lo que sucede a nuestro alrededor al tiempo que disfrutamos el hecho de estar con vida, de tener la posibilidad de luchar por nuestros sueños, Así que la próxima vez que sientas que tu alma se despedaza, que tus sueños se evaporan, recuerda que no hay mejor medicina que el tiempo, con el paso de este, la vida nos trae nuevas posibilidades, distintos caminos, y muchas veces incluso nuevos sueños, que entierran el dolor de no haber conseguido aquellos que tanto añoramos en el pasado. Pero por favor no desperdicies tu vida aferrándote a lo que fue, a las personas que se fueron, a los hechos que no se consumieron, porque le estarás dando la espalda a lo que puede ser, yo sé que esto es algo que siempre escuchamos, pero cuando estamos en medio de un momento de crisis nos cuesta trabajo recordarlo, así que si hoy sufres, te lo recuerdo, este momento no es eterno, porque la vida sigue.
Resultado de imagen para mujer caminando
         Hoy mi vida se encuentra en un momento maravilloso, algunos de mis sueños ya no son los de antes y a veces los recuerdo, peor no me aferro, hoy hay personas que extraño, pero en vez de hacerlo con tristeza lo hago con alegría, porque fueron parte de mi vida, hoy hice las paces con la vida, y estoy haciendo un grandioso collage de momentos, y estoy segura que el resultado final, será una vida que valdrá  la pena disfrutar.
JESSICA WOOLRICH

lunes, 19 de septiembre de 2016

REGÁLATE UN MINUTO

Resultado de imagen para yoga a la orilla del mar         Yo crecí en una gran ciudad, llena de actividades, de gente, de ruido, de ocupaciones, y eso me hizo creer que una existencia de horarios saturados era no sólo normal sino necesario. Para mi la vida en una ciudad siempre había sido reflejo de logros, de triunfos, de esfuerzo básicamente no podía concebir mi vida viviendo en un lugar tranquilo sin nada por hacer, hasta que hace poco me di cuenta que estaba completamente equivocada, que eso que yo pensaba que era una vida satisfactoria, en realidad nada tenía que ver con una vida placentera y feliz. Viendo a una chava que es instructora de yoga, y que vive en un pueblo pequeño a la orilla del mar, me di cuenta que no porque ella no tuviera su horario saturado de ocho de la mañana a 9 de la noche, no estaba logrando grandes e incluso mejores cosas en la vida; que el darte cinco minutos para respirar y simplemente estar, muchas veces es uno de los más grandes logros que uno puede tener, porque te estás regalando tiempo para disfrutarte, para conectarte, para ser y nada más, te estás diciendo a ti mismo que vales lo suficiente para detener el ajetreo y estar contigo mismo y nada más. sin necesidad  de nada de las cosas que el exterior nos ofrece, sino simplemente con tu mente, tu presencia y tu corazón, es más que suficiente para ser feliz y gozar.

         Siempre pensé que yo nunca podría vivir en un lugar pequeño, porque me parecía aburrido, y ahora me doy cuenta que eso tiene más que ver con mi incapacidad para disfrutar la simpleza de la vida, en donde muchas veces es en donde se esconde la grandeza, que con las actividades que uno pueda realizar. Porque finalmente estoy viendo que en mi caso, el aburrimiento no era sino mi falta de entusiasmo por la vida, por encontrar alegría en un cielo estrellado, por ver la dicha en un atardecer, por saborear la vida en un helado, por bailar al ritmo del silencio, por ser sin necesidad de adornar mi existencia con logros exteriores, sino con la dicha del esfuerzo interno, que hoy por hoy me da tanta satisfacción, porque hoy que veo que mi hijo se divierte con un palito de madera mientras que busca y construye sueños en la tierra, entiendo que la vida es mucho más que títulos, posesiones, peldaños, y reflectores. La vida es eso que pasa frente a nosotros mientras estamos organizando nuestro horario, mientras que estamos admirando la vida de quienes han llegado alto, mientras que estamos maquillando nuestra existencia, porque creemos que no somos perfectos, la vida es eso que se va desvaneciendo conforme dejamos que los instantes se vayan sin haber hecho nada por gozarlos.
Resultado de imagen para ver el mar
         Por eso hoy sal a la vida, y date un día para disfrutarte a ti mismo, gozar de tu respiración, contar tus latidos, reírte contigo mismo, date un día para ser y nada más, que estoy seguro que ese día tu vida marcará.
JESSICA WOOLRICH 

lunes, 5 de septiembre de 2016

EL AMOR CAMBIA

Resultado de imagen para PAREJA       Tal vez nunca entienda bien el amor, tal vez nunca sepa la dimensión del mismo, ni cómo manejarlo, pero hay algo que he aprendido, y que desafortunadamente no todo el mundo parece comprender, el amor no es un hecho permanente, sino un proceso de evolución constante, de cambios, de movimientos, no es que cuando amas a una personas, ese amor va a permanecer intocable, inamovible, impenetrable, no es que cuando una relación empiece, el amor que surja entre ambos, sea permanente, y no vaya a crecer o disminuir de acuerdo a las circunstancias. Lo que he aprendido es que el amor es un proceso, un hecho, un sentimiento que requiere de una interacción constante entre las personas, que requiere de dedicación, de esfuerzo, de decisión, es algo que si se quiere mantener, o incluso incrementar hay que fomentarlo, procurarlo y cuidarlo, de otra manera, con el paso del tiempo el amor irá cambiando, disminuyendo, quizás de pronto se vuelva cariño, después incluso de puede volver un simple hábito o una costumbre y al final puede incluso volverse un tormento o una agonía. Y esto no sucede porque el amor no haya sido verdadero, sino porque en su momento una de las partes, o ambas partes, dieron por sentado que no importaba lo que hicieran el amor iba a permanecer allí como si el tiempo no pasara, como si las caricias no faltaran, como si las palabras, las demostraciones, los abrazos, no fueran necesarios. Es que hay que darnos cuenta que todo esto que menciono es parte del amor, parte de la vida, no podemos pretender que la otra persona se mantenga feliz sin recibir, el amor es un camino de ida y vuelta, en donde si bien es increíble dar, también existe la ilusión de recibir, de otra manera el tiempo pasa, los sueños disminuyen, los planes desaparecen, y lo peor es que la ilusión también se apaga.

        Por eso si hoy tienes a alguien a tu lado, demuestra lo que sientes, no des por sentado que esa persona sabe lo que hay en tu interior, entrega, da, no te guardes nada, porque si esperas recibir, también tienes que dar, recuerda que en una relación de pareja, ambas partes necesitan entender dónde están paradas que es lo que los motiva, necesitan ilusiones, afecto, detalles, el amor es así, un hecho que requiere que todos los días elijamos de qué manera queremos vivir, si guardándonos lo que sentimos, o demostrando lo que tenemos por dar a la vida. Después de todo no hay mejor manera de entregarte a la vida que dando el máximo esfuerzo cada día, no esperes a que sea demasiado tarde, no esperes a que la llama se apague para darte cuenta de la importancia de la luz, porque cuando estés solo en medio de la oscuridad, no habrá manera de recuperar la luz que ya se ha apagado.
Resultado de imagen para PAREJA

         Vive al máximo cada momento, lo digo una y otra vez y lo vuelvo a decir en esta ocasión, ama con toda el alma, cada minuto, cada segundo, que la vida puede desaparecer en un instante, y con ella la oportunidad de disfrutar un instante con las personas amadas.

JESSICA WOOLRICH  

lunes, 29 de agosto de 2016

UN VALIENTE DICE ADIOS

Resultado de imagen para VIAJE EN TREN       Desde hace unos meses estaba siguiendo una página de Facebook, creada por la mamá de un valiente guerrero que luchaba en contra de un tumor, la seguía no por el morbo, no por curiosidad, sino por empatía, porque yo soy madre, y no pudiera imaginar estar en medio de una situación como esa, su Emilio, se me figuraba tanto a mi Luis, que con cada avance mi corazón se sentía aliviado, y cada retroceso, me desgarraba el alma por completo, desafortunadamente ayer por la noche súper que el alma de ese pequeño y maravilloso guerrero estaba descansando, su espíritu ahora andaba libremente jugando por el mundo. 
         Eran las 12 de la noche, mi hijo despertó y me fui a acostar con él un rato en su cama, después de todo esa noche era muy importante, porque era su primer día en una cama de grande en un cuarto nuevo, así que entré a velar un rato su sueño, para perder el tiempo y no quedarme dormida me metí al Facebook y fue cuando leí un mensaje escrito por la mamá de Emilio en donde cada palabra era un reflejo del amor más puro, más elevado, más incondicional, sentí que mi alma se partía en mil pedazos, porque sin conocerla, me dolía su camino, vi a mi hijo dormido y entonces lo supe, supe que la vida se tiene que vivir a cada instante, a cada segundo, hoy estamos, mañana no sabemos, hoy gozamos de salud, mañana puede ser que no, ninguno de nosotros sabe el día exacto de cuándo va a terminar su historia en esta tierra, pero lo más importante es que sabemos que esta historia ya ha comenzado, pero muchas veces no nos decidimos a aventurarnos en ella por completo, por estar esperando el instante correcto. Pero ¿qué instante correcto? ¿qué suceso? hoy ese ese instante, hoy es ese momento, no podemos dejar la vida se nos escape esperando que as circunstancias se acomoden a nuestro antojo para entonces elegir ser felices, elígelo hoy, no mañana, no pasado, elige la vida que anhelas y lucha por ella, no desperdicies ni un sólo momento, el tiempo es oro y cada instante es valiosísimo, no te enfoques en pensar en qué momento llegarás a la estación, mejor disfruta el camino, el paisaje, muchas personas se han bajado del tren antes que tú, y estoy segura que muchos se arrepintieron de no haber disfrutado el trayecto. Por eso no esperes a mañana, hoy lánzate a la vida, ama con intensidad a los tuyos, encuentra tu pasión y gózala, busca un balance entre lo que tienes y lo que quieres y estoy segura encontrarás la felicidad.
Resultado de imagen para NIÑO  EN TREN        Estas dos últimas semanas la muerte me ha dejado grandes enseñanzas de vida, y la más  importante es que nunca sabremos en que momento tendremos que bajarnos del vagón, en que momento tendremos que decirle adiós a nuestros sueños, a nuestros proyectos y dejar atrás a las personas que tanto amamos, muchas veces no podremos despedirnos con anticipación, por eso al menos hoy hazles saber que eres feliz por tenerlos en tu vida, abrázalos con el alma, dales las gracias, y si el día de hoy tienes que partir, habrás vivido una vida de entrega, de amor, de empeño de intensión, más bien simplemente HABRÁS VIVIDO, tal como seguramente hoy vive la mamá de Emilio.

JESSICA WOOLRICH  

lunes, 22 de agosto de 2016

SI TAN SÓLO LO SUPIERA

       Si hoy supiera que me voy, abrazaría la vida con mucho más fuerza, no por aferrarme, sino por recibir más de las grandes maravillas que me ha ofrecido.

       Si hoy supiera que me voy, diría te quiero a aquellos que hacen vibrar mi corazón, para devolver con mis palabras todo el cariño que he recibido.

       Si hoy supiera que me voy, diría gracias, gracias por lo que recibí, pero también por lo que no obtuve, porque con todo lo que he tenido, he sido una mujer dichosa y feliz.

       Si hoy supiera que me voy, voltearía a ver a mi alrededor cada cosa con mucho detalle, para llevarme grabada en mi memoria la magia que me rodea.

       Si hoy supiera que me voy, disfrutaría una última vez de aquellas cosas que me hacen vibrar, bailaría una vez más, bucearía una vez más, escribiría una última historia.

       Si hoy supiera que me voy, me lanzaría de lleno a perseguir mi sueños, aunque por la prisa cayera en el camino, pero me quedaría la satisfacción de haberlo intentado.

       Si hoy supiera que me voy entregaría todo lo que soy para no llevarme nada conmigo.

       Si hoy supiera que me voy, podría irme libremente porque sabría que habiendo hecho todo esto, nada me quedaría por dar y recibir de la vida, habría cumplido con mi objetivo en esta tierra que es VIVIR, pero como no sé cuando me vaya quiero estar preparada y no sentir que me quedé sin algo por hacer, por eso, hoy disfruto este día al máximo, porque no se la fecha de mi partida, y no quiero que cuando esta llegue aún me quede algo por hacer.

JESSICA WOOLRICH


sábado, 20 de agosto de 2016

UN HOMENAJE

       Hoy estoy escribiendo este post, con un enorme pesar en mi corazón, no tenía ganas de hacerlo, pero para mi, mis palabras son lo mejor que tengo para dar, y es mi forma de homenajear la vida de un ser maravilloso que se adelantó en este camino de la vida. Estas palabras son por él y para él, hasta donde estés Gil.


      ¿Cuántos de nosotros vamos por la vida sin dar lo mejor?, sin vivir nuestras pasiones, sin disfrutar nuestras alegrías sin sonreír a la vida. Hoy ha muerto alguien cercano a mi, alguien a quien siempre vi sonreir, nunca lo escuché hablar mal de nadie, pero sobre todo, alguien a quien vi que VIVÍA, no sobrevivía, sino que vivía de una manera muy especial, sin preocuparse por los problemas, sin darle peso a lo negativo. Lo escuche tantas y tantas veces hablar de su pasión por los caballos, que daba gusto oír que alguien pudiera amar algo así en la vida, con tanto entusiasmo, cariño y respeto. Yo estoy segura que él vivía de la forma en que muchos quisiéramos hacerlo, disfrutando cada día de nuestros sueños, porque el soñar  no significa solamente los logros y objetivos, sino el vivir con pasión, entusiasmo y cariño cada instante del camino, cada segundo hacer lo que te gusta, cada momento buscar acercarte más a las cosas que disfrutas.   Hoy entiendo que la vida cambia en un instante pero mientras que en ese instante estés disfrutando el momento, puedes decir que tu vida ha sido maravillosa.


       Entrega lo mejor de ti, sonríe, canta, goza, baila, juega bajo la lluvia, diviértete, abraza, besa, crea memorias, momentos, instantes, ríe a carcajadas, dale la espalda a los problemas, y vive, que esto no es eterno para ninguno de nosotros.

      Un abrazo fuerte  para ti, charro, amigo.

Jessica Woolrich

lunes, 8 de agosto de 2016

SABER ELEGIR

        ¿No  les ha pasado que en cierto momento de su vida se encuentran en una encrucijada, y por más que meditan y meditan no saben que camino tomar? A mi por lo menos me ha pasado, sentir que de una elección dependen tantas cosas, me provoca estrés, porque ninguno de nosotros tenemos una bola de cristal que nos diga que es lo que va pasar si tomamos el camino de la izquierda o el de la derecha, cuantas risas gozaremos, cuantas lágrimas derramaremos, porque todo en el futuro es un completo enigma, por lo que elegir de acuerdo al futuro quizás no sea la opción más saludable, quizás las elecciones deban de tomarse única y exclusivamente por lo que nos provocan y generan en el momento presente, después de todo ni siquiera tenemos la certeza de estar vivos el día de mañana para seguir recorriendo el camino. Así que por primera vez creo que entiendo que no hay otra forma de elegir al menos para mi, que escogiendo aquella opción con la que hoy nos sintamos más cómodos, no con aquella opción de la que esperemos cambios para poder disfrutar, o con la que ya no nos sintamos cómodos, pero al ser el camino conocido, nos genera menos temor que la incertidumbre de comenzar a andar por un nuevo trayecto. Por eso pienso que quizás lo mejor sea detenerse por un instante, permitir que los caminos se develen frente a nuestros ojos, y elegir con el corazón, con el alma, elegir en base a la felicidad, no la comodidad, elegir en base al goce no al miedo, finalmente todos tenemos ese maravilloso don que se llama intuición que nos habla en murmullos de los caminos correctos, las personas correctas, las miradas correctas. Esa pequeña voz que habla muy despacio pero se escucha muy alto, la voz que acallamos cuando preferimos complacer a alguien más, o cuando el miedo nos invade, por eso elige por y para ti.

         Inevitablemente habrán momentos en la vida en los que nuestros caminos no sean los que otros quieran, quizás sin quererlo lastimemos a alguien, pero lo que tienes que hacer es intentar hacerle ver a esa persona que tu intención no es lastimar, sino vivir, crecer y madurar, por eso aprende a complacerte a ti mismo, antes que a los demás, porque quizás a quien complaces hoy quedándote ene el camino equivocado, mañana elija para si mismo otro sendero distinto  y tu habrás desperdiciado la oportunidad de elegir de forma madura y responsable lo mejor para ti mismo. Se que no es fácil a nadie le gusta herir a otros, pero por un instante piensa si prefieres vivir una vida de elecciones ajenas, o de instantes propios.

         Por eso el día de mañana elegiré para mi, por mi, buscaré aquellos que me hace vibrar, sonreír y soñar y no andaré un camino que no me llene de felicidad.
JESSICA WOOLRICH

lunes, 1 de agosto de 2016

¿CUÁL ES EL MOMENTO?

¿Cuál es le momento correcto para cerrar un ciclo y decir adiós? Para darle la vuelta a la hoja y decir por mi parte ya no puedo seguir en esto, ¿cómo hacerlo si aún hay sueños?. Pienso que la mayoría de nosotros, quisiéramos tener la respuesta, saber el momento justo, entender siempre que los cambios pueden ser tan buenos o tan malos como queramos, sin embargo aún cuando la mayoría de las veces sabemos la teoría de que todo va a estar bien, cuesta trabajo entender que algo se tiene que cerrar, entender que hay cosas que no están en nuestras manos,que nuestra intención a veces no alcanza para mantenernos enfrascados en medio de un cuento de hadas sin final feliz. No es fácil, pero quizás sea mucho más sencillo que vivir una existencia en el camino equivocado, en un camino en donde el entusiasmo se ha desvanecido, en donde los sueños sólo son recuerdos, en donde lo único que queda es la rutina, el hábito, el miedo a lo desconocido, por lo cual no nos permitimos, elegir nuevas rutas, anhelar nuevos paisajes. creer en nosotros mismos.

        Decir adiós a lo que fue un sueño no es sencillo, y quizás nunca sabremos cual es el momento correcto, porque lo que para mi puede ser lo correcto, para ti quizás sea lo incorrecto, porque finalmente las emociones son subjetivas, y dependen no de las circunstancias, sino de nuestras elecciones, por lo que elegir cuando cerrar un ciclo es un tema mucho muy personal, pero yo pienso que el ciclo no se debe de cerrar cuando aún tengamos ganas de luchar, cuando aún creamos en nuestros sueños, cuando entendamos que  la vida está hecha de pequeñas elecciones diaria,s y quizás algunas de esas elecciones sean las que nos han traído a este desafortunado punto, por lo que si se cambian esas elecciones, quizás,el camino mejore. Creo que el momento justo para decir adiós, sea en el instante en el que los sueños dejen de ser anhelos de un futuro prometedor, en donde las ganas de luchar y de intentar se hayan olvidado, en el momento en el que sintamos que ya no nos importa si el camino mejora o no, porque para nosotros este camino emocionalmente ya ha quedado en el pasado, en el momento en el que entendamos que no tenemos que quedarnos estancados en un ciclo, por el miedo a lastimar a los demás, porque después de todo, lo más importante es que luchemos por nuestra propia felicidad, y si hacemos las cosas con la intención de estar bien, seguramente estas elecciones algún día también serán bien recibidas por aquellos seres a quienes buscamos proteger y no lastimar.
        Así que hoy pregúntate si estás en el camino correcto, si tu respuesta es negativa, pregúntate si aún tienes algo por hacer y por soñar, si no es así, despídetede lo que fuiste, de lo que soñaste, de lo que tuviste y deja ir, al tiempo que caminas, que mientras no detengas tus pasos, eventualmente la vida te llevará a otro ciclo nuevo, en donde tal vez, sólo tal vez encuentres el paisaje soñado.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 11 de julio de 2016

EL CAMINO

        De un tiempo para acá, he tratado de seguir nuevos parámetros que considero son los mejores PARA MI, con los que me siento satisfecha, me siento un mejor ser humano, o al menos siento que estoy haciendo un esfuerzo para ser mejor cada día, dentro de estos parámetros, principios, creencias o ideas es el que busco no emitir juicios respecto a los demás, antes me era muy fácil emitir un juicio y decir tu postura no está bien, sin embargo ahora cuando escucho algo que se contrapone con lo que yo pienso, si decido hablar, busco no hacerlo desde el juicio o la creencia de que yo estoy bien y tú estás mal, doy mi punto de vista y digo:yo pienso esto y a mi me ha funcionado, pero al final tú eres libre de elegir lo que tu creas mejor. trataba de compartir mi experiencia, para quizás contagiar un poco de lo bueno que en mi interior he estado sintiendo, sin embargo llegue a un punto en el que comencé a cuestionarme si el hecho de decir o más bien de pensar que mi camino era un buen camino, y que sentía mucho que alguien más fuera por un camino de sufrimiento, no era una forma de criticar, de juzgar, de separarme de los demás, por lo que entré en un estado de confusión en el que no comprendía como podía buscar ayudar a alguien sin sentir que esa persona necesitaba ayuda por no haber elegido otro camino, me hice miles de nudos en la cabeza tratando de descifrar como se puede no darse cuenta o no "juzgar" si alguien ha hecho algo incorrecto, y no me refiero a incorrecto desde el; yo estoy bien y tú mal, sino incorrecto desde la noción que algo ha generado sufrimiento. Estoy escribiendo algo tan enrededado como cuando todos estos pensamientos estaban en mi cabeza.

        Pero bueno el otro día entendí que no está mal sentir que una persona no va por un buen camino, sentirlo desde la compasión y no desde el juicio, hacérselo saber desde el amor, no desde el ego y la soberbia, buscar ayudarlo, desde la unión, no de la separación. Lo entendí porque leyendo un libro de Neale Donald Walsch, hubo una frase que me hizo comprenderlo todo, y es que ahí se señala que no está mal darse cuenta que si una persona tiene la intención de llegar a Seattle, pero dirige sus pasos hacia Sacramente, no podrá llegar a su destino, y ahí comprendí todo. Y entendí que muchas veces en la vida nos perdemos del camino inicial, sin ni siquiera darnos cuenta, creemos, que aún vamos en el sendero que nos llevará hacia nuestro objetivo, pero en un punto del camino, tomamos una decisión que cambio el rumbo de nuestros pasos, por lo que encontrarnos con un letrero que señale que vamos por el camino incorrecto, no está mal, al contrario, es una ayuda maravillosa. Tender la mano en el camino es una forma de avanzar juntos, sin que los objetivos, ni los senderos necesariamente tengan que ser los mismos, es solamente que en cierta parte del trayecto, podemos hacernos compañía, podemos ser los letreros que señalan por donde vamos. Estos letreros, normalmente son aprendizajes, o personas que con amor pueden señalarnos el camino correcto, y de esta forma, entre todos encontraremos mejores caminos. 
       
        Así que, si hoy veo que alguien está sufriendo me atrevo a decir, con amor, cariño, compasión y correcto, hay otro camino donde puedes ser más feliz. Pero también hoy le pido a la vida, que si me equivoco de sendero, me tope con la persona que sea capaz de decirme sin juicios que me he perdido en el trayecto, por lo que si el día de mañana alguno de ustedes me encuentra en el camino, quiero que sepan que mi destino, o mi objetivo es la felicidad, si ven que voy hacia otro rumbo, les pido me lo hagan saber, porque tal vez esté perdida y ni siquiera me haya dado cuenta.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 4 de julio de 2016

ME DUELE EL MUNDO



      Hay días que me cuesta más trabajo escribir que otros, hay días que me pesan las letras, los pensamientos, el alma y el corazón y hoy es un día de esos. De esos en los que no entiendo en que momento los caminos del ser humano, llegaron a tal punto que un hombre que ha perdido el rumbo, pueda terminar con la vida de más de 120 personas en menos de un minuto, un minuto en el que los sueños de todos ellos fueron arrebatados en pos de una frenética guerra que no tiene razón de ser, pero que existe porque los hombres y mujeres inmersos en ella, nunca se detuvieron, ni se dieron el tiempo, para intentar controlar la guerra que sucedía en su interior, porque es desde ese punto de donde surgen todos los problemas, una persona feliz, llena de paz interior, no concibe la guerra como solución. No disfruta al ver la violencia, no se deleita con los golpes, no menosprecia los caminos ajenos, no arrebata los sueños de otros, en fin no lastima a nadie ni a nada, porque entiende que en la vida, todos podríamos existir y subsistir en armonía si respetáramos la diversidad, si no quisiéramos imponer nuestras creencias, si no pensáramos que nuestros argumentos son los únicos que son válidos, si permitiéramos que cada ser humano fuera la máxima y mejor expresión de si mismo, sin que tuviéramos que enjuiciarlos por ello. Los problemas surgen desde el miedo, desde los juicios, sobre todo desde el instante que comenzamos a ser juiciosos con nosotros mismos, cuando nuestro ego siente que si no habla muy fuerte y defiende lo que cree, entonces somos débiles, pero la verdadera fortaleza del hombre no es en estar arriba, sino en estar en paz.

        Hoy veo las noticias y lloro por Baghdad, por Bangladesh, por Orlando, por Oaxaca, por el mundo en general, peor más lloro por mi hijo, porque he soñado en un mundo bueno para él, en un mundo en donde el no vea amenazados sus sueños, en donde pueda ser el tipo de ser humano que ÉL ELIJA ser, en donde el respeto sea una constante y el amor sea el único camino. En donde pese más la vida de un hombre, que las ganas de defender una religión, en donde una reforma no importe más que la vida, en donde no importe a quien ames, y de que género sea, mientras que ames.
        Por eso hoy me cuesta escribir, pero aun así en medio de la tristeza que hoy siento, veo a los ojos a mi hijo, y siento esperanza, porque se que en el mundo hay muchas personas que como yo, están dispuestas a buscar la paz, no a luchar por ella, sino a crearla, a vivirla, a compartirla. Y es porque se que existen esas personas, por lo que hoy no me doy por vencida, porque confío en que el mundo que sueño pueda ser una realidad cuando nos duela tanto la violencia, que entendamos que no estamos yendo por el camino correcto.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 27 de junio de 2016

EL INSTANTE CORRECTO

        Mucho he escuchado que hay momentos en la vida de suma importancia, en donde una decisión puede cambiar por completo tu vida, tanto para lograr una vida maravillosa y exitosa, como para desviar tu camino y destruir tus sueños, sin embargo para mi, no existen esos momentos especiales, porque TODO momento es especial, nuestra vida es una elección constante, por lo que esos momentos suceden todo el tiempo, esos momentos claves son nuestro presente, el único instante en el que podemos cambiar nuestro destino. Hay que aprender que nuestra vida, es la suma de cientos de miles de elecciones con las que nos enfrentamos todos los días, importa desde el camino que escojamos, hasta lo que pensemos y sintamos. porque cada elección es el reflejo de una decisión interna del tipo de vida que queramos llevar. Claro esta que hay veces que el resultado de esas elecciones son más evidentes, e inmediatos, claro está que una decisión como la de si jalar o no un gatillo puede destruir tu vida en un segundo, sin embargo para haber llegado al momento de empuñar una pistola, debieron de haber una serie de elecciones previas que te fueron llevando por ese camino. Una decisión como la de darte o no la oportunidad de salir con determinada persona, puede darle un giro enorme a tu vida, pero igualmente hay una serie de elecciones previas que determinarán si decides o no salir con esa persona, decisiones como la de que tipo de cosas quieres recibir en la vida, que es lo que te gusta en el género opuesto, cual es tu sueño en este momento, que tanto quieres una pareja, etc. todas esas elecciones son las que formar el criterio que te ayudará a tomar esa decisión clave que vemos como una encrucijada en la vida. 

        Estuve viendo una serie que se desarrolla en la cárcel, y me puse a pensar en que todas las personas que estaban ahí presas tuvieron la oportunidad de hacer una elección diferente, de elegir un camino distinto, pudieron detenerse a pensar en sus actos, sin embargo la gran mayoría de las personas, no sólo las mujeres presas de la serie, sino de todas las personas del mundo, están acostumbradas a que su vida se desarrolle por inercia, que las cosas sucedan sin que las elecciones que se toman sean hechas conscientemente, con un análisis del tipo de camino que se quiere andar. Las decisiones muchas veces se toman por imitación, por renunciar al camino anhelado, por una derrota, decepción, por falta de enfoque, de determinación o por muchas otras excusas más, que no dejan de ser una forma inconsciente de elegir, pero al final son elecciones. Es por eso que la vida se debe de vivir en tiempo presente, con enfoque, con presencia y sobre todo con consciencia de que cada segundo es importante para nuestros sueños y objetivos, cada paso nos acerca o nos aleja de lo que queremos, es importante recordar que no hay atajos que nos lleven de forma rápida y mágica a la cima, hay que recordar que esos atajos no son sino desviaciones de nuestro destino final. En los que quizás lleguemos a sitios parecidos a los que soñamos, pero nunca serán los mismos sitios que se consiguen cuando los pasos son los correctos.

        Por eso el día de hoy recuerda que cada instante es importante, que tienes el poder de elegir, recuerda que tu vida puede cambiar en cualquier momento y aprende a escoger el camino que quieres transitar de forma consciente y sin miedos, ni prisa, ni nada más que la certeza que los pasos de hoy te llevan al destino de mañana. Date cuenta que una decisión puede aprisionar tu futuro o liberar tus sueños al mundo. Así que piensa, ¿cuál quieres que sea tu destino?

JESSICA WOOLRICH

lunes, 20 de junio de 2016

DUELO

       Han pasado cuatro días desde la matanza en un bar gay en Orlando Florida, y mi corazón sigue decaído, no sólo por el terrible hecho en sí, sino también por las reacciones de algunas personas que han aplaudido la matanza. Me duele en el alma, saber que en el mundo hay quienes desconocen a tal grado el amor que son incapaces de ver las maravillas de la vida, que se preocupan por las diferencias ideológicas, y no ven la gran similitud que tenemos todos los hombres; que formamos parte del mismo maravilloso conjunto de seres humanos que habitan esta tierra, y que al lastimar a uno, se lastima a todos. Mi corazón me duele por las víctimas, porque se perdieron tantos seres maravillosos, tantas risas, tantos sueños, tanta vida. Pero también me duele por el asesino, porque en mi corazón, siento compasión por esos niños que son criados bajo una tutela de odio, y desafortunadamente es lo único que aprenden a hacer, nunca conocen el amor, y su vida se vuelve un frenesí de violencia, odio y agresión, en el que ven como amenazas las diferencias políticas, religiosas, culturales, de género y de raza. Hace un tiempo vi la noticia de un pequeño australiano de siete años, hijo de un famoso terrorista, que sostenía en sus manos la cabeza de un hombre, la sostenía como se sostiene un trofeo, como cuando tu padre te pide que muestres tu medalla y tu sonrisa a la cámara, pero en este caso lo que sostenía refleja la atroz infancia que está viviendo este pequeño, un pequeño que hoy vemos como una víctima del odio de su padre, pero que con el paso de los años se convertirá en el victimario. Por eso, hoy  también siento compasión por quienes nunca sintieron la caricia amorosa de una madre que te hace sentir que el mundo es un lugar maravilloso, nunca sintieron que sobre los hombros de su padre podrían llegar incluso a la luna, en fin nunca supieron lo que es el amor verdadero. 

         Pero además de esto, algo que me sigue doliendo  es el hecho de que en Twitter he leído estos días,  una clase de barbaridades de quienes creen que esto es un castigo por sus pecados, de quienes aplauden estas matanzas, incluso algún pastor de California, pidió más actos de este tipo. Al leer estas líneas no logro comprender en que momento los seres humanos desvirtuaron tanto las enseñanzas de seres que en vida lo único que hicieron fue compartir su maravillosa luz. No voy a entrar en una polémica de religión entre si está bien una cosa u otra, lo único que voy a apelar es al corazón. Apelar a que los seres humanos aprendamos a sentir más empatía, más respeto, a dejar de lado los ataques, porque al final criticamos la postura del otro, lo juzgamos, lo encaramos, y permitimos que la violencia sea parte de una dinámica, que sería mucho más sana si simplemente nos respetáramos los unos a los otros y continuáramos viviendo lo mejor que podamos nuestras vidas. Preocuparte por la vida del otro, y peor aun por la mente del otro, no es sino señal de una falta de enfoque en nuestra propia vida. No es más que una clara muestra de tus miedos, de tus inseguridades, y de ver el mundo como una competencia en donde los otros seres representan amenazas, en vez de ver el mundo como un lugar en donde podríamos convivir sanamente todos si nos diéramos que el odio y el amor SIEMPRE son el camino.
        Sólo espero con todo mi corazón que seamos más los que apelemos al amor, los que no juzguemos, los que no odiemos, los que nos demos cuenta que atacar a "los intolerantes" nos hace ser intolerantes, porque después de todo, en una guerra los dos lados creen tener la razón, los dos tienen sus justificaciones, sus excusas, ninguno cree estar equivocado, y desafortunadamente ninguno tiene la capacidad de darse cuenta que quizás ninguno de los dos tenga razón, por lo que es mejor seguir una vida en paz y amor.  Esto es lo que espero, por mi, por mi hijo y porque no quiero saber que hay más niños en el mundo sosteniendo cabezas en vez de pelotas.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 13 de junio de 2016

UN NIÑO FELIZ

        Hace unos días mi hijo estaba a punto de dormirse, cuando ya teníamos la luz apagada, y sólo estábamos él y yo, sin juguetes ni caros ni baratos, sin caricaturas famosas , sin aparatos modernos, sin esa ropa que esta a la moda, sin nada más que nuestra atención. Cuando de repente mi hijo de tres años, me dijo: mamá, yo soy muy feliz. En ese momento además de la fascinación por escuchar su inocente vocecita pronunciar esas palabras fantásticas, sentí un inmenso estremecimiento, porque al final, como mamá ese el objetivo que todas queremos alcanzar. Todas queremos saber a nuestros hijos felices, no creo que haya una sola mujer que anclada en la consciencia prefiera la infelicidad de su hijo. Y el saber que en mis manos está el darle a mi hijo las herramientas para que aprenda a encontrar su felicidad dentro de él mismo, fue algo maravilloso, y no porque me sintiera responsable por su felicidad, y no porque me diera miedo no cumplir con la tarea, sino porque me fascinó ser parte de la felicidad de alguien más. Me encantó darme cuenta que en la vida, no podemos determinar la felicidad de otras personas, pero si podemos buscar la manera de contagiarles lo bueno que tengamos en nuestro interior, inspirarlos a buscar sus propios caminos, sus risas, su felicidad. Por eso, para mí, fue muy importante ese instante, porque normalmente un niño confunde la alegría con la felicidad, bueno, también  un adulto, pero es muy fácil darse cuenta que los niños cuando son estimulados por los colores, o los movimientos o los sonidos de un juego, o de un juguete, o de un globo brillante que flota frente a sus ojos, sienten o creen que esa es la felicidad suprema, piensan que no pueden gozar de nada más que de ese momento, por eso cuando pierden o se les separa del juguete brotan las lágrimas, e inician las peleas por recuperar el anhelado objeto de la "felicidad". Y si lo analizamos, lo mismo sucede con un adulto, pocos son los seres que descubren, que la felicidad no depende de lo que uno se tope afuera, sino de lo que uno elija dentro. Por eso el momento en el que mi hijo dijo esas palabras, fue sumamente importante para mi, porque lo dijo en un momento de serenidad, en donde desde afuera, uno podría pensar que no pasa nada, sin embargo por dentro pasa todo. Pasa que uno descubre que la felicidad es un estado de conciencia, en donde uno se dispone a apreciar la vida, en donde uno evita las quejas, y las sustituye por agradecimientos, en donde uno no vive recordando el pasado, ni esperando el futuro, sino disfrutando el único momento que tenemos, que es este preciso instante.

       Hace tiempo yo vivía, preocupándome por los kilos de más, por los billetes de menos, por si mi pareja me decía o no la palabra correcta, con el tono adecuado, en el momento perfecto, le ponía más atención a un tono de voz que a mis propias emociones, me agobiaba más la opinión ajena, que la satisfacción propia, hasta que descubrí que si vivo hacia afuera, me pierdo del magnífico viaje de la vida, en el que las mejores sensaciones y emociones se viven cuando aprendes a disfrutar y a apreciar el momento, cuando te das cuenta que puedes ser feliz incluso cuando parece que nada está sucediendo, cuando descubres que si no condicionas tu felicidad en los acontecimientos de la vida, en las carencias o en las posesiones, en la aprobación de los demás, o en nada más que en saber que todos tenemos la capacidad de ser dueños de nuestras elecciones y de nuestras emociones. No hay nada que pueda hacer más feliz a un ser humano, que descubrir que tiene en sus manos, la elección de vivir la vida anhelada, con sólo hacer las paces con la vida. Cuando entiendas que no es importante que versión de teléfonos tienes, ni de que color son la suela de tus zapatos, ni si pesas un kilo de más o uno de menos, ni si alguien te dijo que te ama, porque el único amor que podrá determinar tu camino es el que te des a ti mismo.

         Por eso el día de mañana cuando no tengas en tus manos, tus juguetes ni tus posesiones, ni estés frente a un espejo enjuiciando tu cuerpo, date un segundo para ponerte en contacto con tu centro, con tu interior, con esa parte tuya que a  veces tenemos relegada, y así podrás descubrir que es lo que sientes en realidad, y tal vez, sólo tal vez te des cuenta que eres tan feliz, como hoy lo es mi hijo.

JESSICA WOOLRICH

domingo, 5 de junio de 2016

ELIGE LA COMPASIÓN

         Todos escuchamos la noticia del niño que cayó al foso del gorila en un zoológico estadounidense, las redes sociales se llenaron de señalamientos, de acusaciones, de preguntas, de reclamos, de insultos y reproches. Es válido que todos tengan sus opiniones, es más no sólo es válido, sino que es necesario, que cada ser humano tenga claro que es lo que busca en su camino por la vida, pero también creo que es muy necesario que el ser humano aprenda a dejar de lado las ofensas, el odio, el rencor, esa incesante necesidad de tener la razón, por sobre otras personas, de decir no sólo creo tener la razón, sino que de forma agresiva voy a buscar hacerte ver que estás equivocado. No creo que haya algo que perjudique más al mundo que esta actitud. He visto a muchas, muchísimas personas que tienen una enorme y maravillosa capacidad de ayudar a los animales, de sentir compasión por ellos, sin embargo cuando se trata de otro ser humano, tienen el juicio en la boca, y el señalamiento en la mano. Y sería maravilloso que ese mismo amor, fuera extensivo para TODOS. A final de cuentas animales o personas es lo mismo, es nuestra elección elegir o no el camino de la compasión. 
         Claro, los seres humanos tenemos juicio y conciencia, y a todos nos gustaría que los demás eligieran un camino de paz que beneficie a todos, pero si no lo eligen ellos, muchas veces nos sentimos con la obligación moral de hacerles ver su error, y esto no estaría mal, si lo hiciéramos por medio del amor y de la compasión, en vez del insulto y la agresión. Con respecto al caso del niño, escuche incluso a quien dijo que mejor le hubieran disparado al niño, y me dolió el alma, no porque la vida del gorila no fuera importante, me dolió por ver el odio, porque para mi, si existiera el hubiera, no diría;ojalá hubieran matado al niño, para mi lo ideal sería decir, ojalá que esto nunca hubiera ocurrido. ¿Porqué si deseamos que las cosas hubieran sido diferentes, no podemos elegir algo diferente con amor hacia todos? Elegir un escenario donde ninguna de las partes hubiera tenido que pasar por eso. Cuando veo que la gente se desea el mal con la facilidad de un parpadeo, me doy cuenta que esa falta de amor no sólo es hacia quien va dirigido el mal, sino también por parte de quien lo manda. Hay que aprender a no juzgar, a no señalar, a no criticar, muchas veces no entendemos bien las cosas, ni sabemos como ocurrieron exactamente, sin embargo con prontitud decidimos participar en ataques colectivos, que sólo llenan de furia la vida. Para mi lo que ocurrió es sumamente lamentable, y no puedo decir se debió de haber hecho esto o aquello, la mujer es una buena o mala madre, el director del zoológico es bueno o malo, lo único que puedo pensar es que espero que de este incidente se aprenda con amor, se avance, se crezca. Me entristece enormemente que el gorila haya sido asesinado, pero eso no quiere decir que no me alegre que el niño esté con vida, una cosa no exime a la otra, mi amor puede tocar tanto al gorila como al niño. 

      El mundo requiere de amor, en cualquier expresión, de amor hacia los animales, plantas, seres humanos, y no nada más hacia un sólo aspecto de la vida. Porque para que el mundo funcione de forma correcta, se requiere que TODO lo que lo integra, funcione bien, y no sólo una parte de este. Un coche no puede funcionar si solamente cuidamos, y revisamos una llanta y el radiador, para que el coche siga andando requiere que se cuide y revise la totalidad del auto, lo mismo sucede en el mundo, porque todo lo que habita en él, está interconectado, así que la próxima vez que "te hubiera gustado algo diferente", anhela algo donde el amor esté presente en su totalidad. y no sólo de forma parcial.

JESSICA WOOLRICH


lunes, 23 de mayo de 2016

LA ÚNICA OPINIÓN


      Alguien me preguntó que si no me daba miedo confiar tanto en la gente, que si no temía sufrir una decepción muy fuerte al no ser precavida y entregarme al cien por ciento en la vida. Y sin pensarlo mi respuesta es no, no tengo miedo del futuro, de lo que pueda pasar, lo único que me interesa es vivir al máximo mi presente, porque eso es lo único que tengo. Hace algún tiempo tomé una decisión que ha sido crucial en mi vida, y es el hecho de que yo siempre iba a ser como quiero ser, sin preocuparme por lo que puedan hacer, pensar, decir u opinar los demás, porque a final de cuenta a mi alrededor hay más de 7 billones de personas, y complacerlas a todas sería imposible, así que elegí complacer a la única persona que puede hacerme feliz o infeliz; a mi misma. Decidí que si los demás me fallaban, me traicionaban, o me engañaban, sería por SUS ELECCIONES, mientras que sería por mis elecciones el permitir que sus fallos me afecten o no,  me lastimen o no, sería mi decisión no futurizar en lo que pueda pasar, y enfocarme en lo que pasa. Sería mi elección de vida no vivir pensando en lo malo que pueda traer el futuro, sino en lo maravilloso que puede ser mi presente. De esta forma he dejado de hacer responsables a los demás por mis emociones,y mis acciones, y al hacerlo, me he vuelto una persona muy feliz.

      Claro no todos los días es fácil decir vivo cien por ciento en mi presente, no me dejo llevar por mis pensamientos, no me voy a dejar influenciar por las opiniones, etc, pero como mi intención siempre es seguir como la ELECCIÓN de vida que he tomado para mi, me es más sencillo retomar mi camino, cuando por unos instantes me he salido de él, después de todo he aprendido que no hay voz que se escuche más fuerte y constante que la de nuestro interior, y si me dejo llevar por esas otras voces ajenas que SIEMPRE tienen la opinión en la punta de la lengua, como si tuvieran el mapa exacto por donde dirigir nuestros pasos para llegar al tesoro tan anhelado por toda la humanidad: el tesoro del secreto de la felicidad. Y hasta donde yo sepan ninguno de nosotros sabe a ciencia cierta el camino, por eso no es sano ir caminando los caminos que otros nos exijan o digan, si ellos en realidad supieran a ciencia cierta cual es la ruta correcta, créanme que no seguirían caminando, sino ya estarían plantados en la meta.

      Por eso el día de mañana que quieras callar tu voz interior por escuchar las opiniones de los demás, recuerda que tanto ellos como tú, aún están a medio trayecto, por lo que no te detengas y sigue andando, y no confundas tender la mano, con dirigir los pasos, que no está mal pedir ayuda, pero lo que si no te puedes permitir, es que después de ser ayudado no te de la oportunidad de seguir andando.


JESSICA WOOLRICH


lunes, 16 de mayo de 2016

LA VOZ DEL EGO


        Hace unos días tuve una discusión con una persona muy querida para mi, si hubiera actuado como acostumbré a hacerlo a lo largo de mi vida, esa discusión se hubiera convertido en un problema importante, sin embargo algo en mi ese día me hizo actuar diferente. Ese algo que sólo ocurre cuando uno comienza a centrarse y a conectarse con el presente, con lo que es, y con las cosas que de verdad importan en la vida.  Por un momento estuve a punto de escuchar a mi ego que me decía, pelea, reclama, gana, derrota, enfrenta, humilla, y haz lo que sea necesario, para demostrar que TÚ eres quien tiene la razón, sin embargo ELEGÍ escuchar esa otra voz, esa voz que intuye, que ama, que conecta, que trasciende, esa voz que me dijo calma. Y así lo hice, me detuve, respiré un par de veces y me di cuenta que en el fondo yo no estaba enojada, lo que a mi me estaba molestando es que esa persona estaba molesta, sin embargo, me di cuenta que eso, no tenía porque afectarme a mi, porque yo ELEGÍA seguir mi día contenta, sin problemas, en paz y calma, la otra persona tendría que lidiar con sus propias emociones. 

         Y es que muchas, muchísimas veces en la vida, nuestro ego hace que vayamos cargando con las emociones externas, en vez de enfocarnos única y exclusivamente con aquello que nos concierne: con nuestro interior. Si nos topamos en medio del tráfico con una persona histérica en unos momentos permitiremos que esa persona nos contagie con su frustración, y al rato el ambiente colectivo es un desastre al que se suman más y más personas. Lo mismo sucede con la guerra, en la que un problema que empieza como algo ajeno a nosotros, comienza a crecer como una bola de nieve, hasta que un gran número de personas, se siente parte de algo, que pudo haberse solucionado a través de las palabras, la comprensión, el diálogo, el entendimiento y sobre todo el perdón. Pero que finalmente se transforma en una psicosis que es capaz de desatar o despertar los actos más bajos que un ser humano puede cometer. Todo porque ambas partes del conflicto, o al menos una de las partes, no se detuvo a buscar una solución pacífica. que no estuviera impulsada por el ego, por las ganas de estar arriba, por las ganas de demostrar un poder mayor, etc. Y así se nos va la vida en vivir impulsados por las emociones externas, y no por los procesos internos en donde es uno quien tiene el control.
         Ese día me di cuenta de la importancia de elegir la calma, porque esa discusión, en menos de un par de horas se disipó dejando ver las soluciones, y el amor. Manteniendo la calma, permití que un problema, que pudo durar días o semanas, se solucionara en tan solo unas horas. Por eso el día de mañana que esté en medio de un pleito, recordaré que la voz de mi ego habla muy fuerte, pero es la voz de mi corazón la que siempre tiene la solución.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 9 de mayo de 2016

CARRERAS Y METAS


        Mi hijo tiene tres años, a mi me gusta hacer deporte, pero nunca he sido maratonista ni mucho  menos, pero aún así lo incribí a una carrera, que yo sabía no correría, si acaso la terminaría más porque yo fuera a su lado, medio cargándolo, medio jalándolo, y motivándolo, y sin embargo lo inscribí, el primer lugar se llevaría un ipad, lo cual sería un excelente regalo más para mi que para él, al ser el más pequeño de su categoría, yo estaba seguro que no se lo iba a llevar, pero aún así lo inscribí, no él ni yo teníamos tenis para correr, y el calor estaba infernal en esos días, pero con todo y todo lo inscribí. Había muchas razones para que no lo inscribiera, pero me di cuenta de que para mi, esas razones estaban siendo más bien excusas o justificaciones, para no hacer el esfuerzo, para no llevarlo, para no gastar dinero, aún cuando yo sabía que el resultado final de la carrera a corto plazo sería que mi hijo se iba a divertir, iba a disfrutar un evento nuevo, lleno de niños, de risas, de juego, de diversión. Pero lo que más me importó fue el resultado a largo plazo, mi intención es enseñarle a mi hijo que la vida está llena de metas, que las carreras no son competencias con los demás, sino caminos en los que elegimos como andar, la velocidad, el paso, el objetivo. Carreras, y caminos en donde a veces vale más la pena detenerse a observar el paisaje, que llegar pronto a la meta. Carreras en donde el premio final no es el primer lugar, sino la satisfacción que tenemos de elegir nuestros pasos. Metas que a veces se verán lejanas, pero con nuestros pasos nos iremos acercando. Obstáculos, excusas, justificaciones, que nos alejan del camino, un camino que sólo podemos retomar si nos encaminamos de nuevo hacia él.


        Pero sin duda alguna, lo más importante que le quiero enseñar a mi hijo sobre una carrera, es la palabra elección, el hecho de que tenemos la capacidad de elegir caminos, carreras, metas, trayectos, andares, elegir la velocidad de nuestros pasos, elegir los trofeos y preseas, la forma en que cruzaremos la meta, la manera en que apreciaremos el camino, en que nos recuperemos de las derrotas, en que aceptaremos los triunfos, en que nos tendamos la mano con los competidores, la forma de vivir nuestra vida. Por eso lo inscribí, para correr a su lado su primer carrera por la vida, porque el día de mañana el elegirá su destino, y a mi sólo me quedará esperarlo en la meta.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 2 de mayo de 2016

EL SONIDO DE MI INFANCIA


         Hace unos días fui a un rancho con mi familia, son de esos días que no tenía ganas de salir de mi casa,  tenía ganas de no toparme con nada, tenía planeado sentarme a escribir, y nada más. A mí eso de que me cambien mis planes nunca me ha gustado, soy muy cuadrada para eso, y ahora veo que está mal, pero bueno al final dije voy a pasar un buen momento y como últimamente he tratado de conectarme mucho más con la vida, y con mi interior de cómo lo hacía antes, pensé que tal vez tenía que ir a encontrarme con algo importante, así que fui, en cuanto entramos me topé con mi niñez, y mi corazón se estremeció, porque entendí porque tenía que estar allí. Frente a mí, un  hermosísimo pavo real azul, iguales a los que mi abuelo tenía en su casa en Cuernavaca, esa casa que en mi memoria es el bastión de mis alegrías, de mis fantasías, de mi fantástica niñez. Esa casa que es sinónimo de amor, de cariño, de risas, ver allí al animal favorito de mi abuelo Julián fue como tenerlo allí en persona frente a mí, fue una manera de recordarme que la vida está allá afuera, y no en el confort de mi cama, me recordó que mi hijo también debe de recorrer el mundo de la misma forma en que lo hice yo, con mi imaginación. De pronto mientras le enseñaba el pavo real a mi hijo y le contaba de su bisabuelo, fue como si él escuchara mis pensamientos, y comenzó a “cantar” con ese sonido tan peculiar que lo identifico como el sonido de mi infancia, y luego otros pavos que yo no había visto se sumaron al canto en honor al abuelo, que trabajo toda su vida para construirle a su familia un castillo de sueños.

        Hoy que aquel abuelo maravilloso ya no está conmigo gracias al sonido de unos pavo reales aprendí una lección muy valiosa para mi vida, y es que nuestra vida está hecha de momentos  constantes, lo que guardamos en ella, es en lo que nos convertimos hoy, si guardamos risas,  alegrías, belleza, felicidad, aprecio, gozo, construiremos caminos que al transitarlos nos hagan disfrutar, mientras que si en nuestra memoria guardamos las caídas, los errores, los reproches, la insatisfacción y la crítica, nuestro camino nos llevará directo al abismo. Por eso en ese instante decidí que quería ayudarle a mi hijo a que en su memoria guardara instantes mágicos, y eso no se logra añorando lo que no tenemos sino disfrutando lo que podemos, no se añora encerrándonos en nosotros mismos, no se aprecia si no nos lanzamos de lleno a la vida, y abrimos los ojos para ver lo más hermoso que esta tiene para ofrecernos. No se conoce si no permitimos o no nos amoldamos a nuevos planes, si no somos flexibles y fluimos, dejándonos llevar por los instantes, por los segundos, después de todo, no somos una agenda automática, que para ser feliz, tiene que cumplir con cierto itinerario.  Y es lo mismo con las circunstancias de la vida, no podemos querer ser tan controladores con lo que ocurre a nuestro alrededor, a veces en lo inesperado, están las sorpresas más hermosas, o las lecciones más necesarias.

        Por eso el día de mañana cuando mi impulso me lleve a aferrarme a un plan  estoy segura que recordaré que los planes de la vida suelen darnos mayores sorpresas, estoy segura que recordaré al grupo de pavo reales que con sus cantos, me hicieron volver a disfrutar de aquellas inolvidables tardes en la casa de mi abuelo.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 25 de abril de 2016

SIN LÍMITES

Nacer sin brazos y sin piernas podría ser un impedimento para la mayoría de las personas para llegar lejos en la vida, su incapacidad para lograr sus sueños residiría no en la carencia de sus partes, sino en la creación de barreras mentales, que son el enemigo más grande de los sueños del hombre. Sin embargo hay un hombre que todos los días recorre de punta a punta las calles de la Ciudad de México, manejando un automóvil, sin brazos, ni piernas, pero con tanta determinación e intención, que su "carencia" no es un impedimento sino solo un de las muchas características que posee, característica que por cierto no lo define, sino que lo empodera para demostrar su tenacidad y la capacidad que tiene para lograr lo que normalmente pensamos  que es imposible. Manejando un Uber, esta hombre desafía nuestra mente, que tiende a encerrar nuestras capacidades en una pequeñísima burbuja, dejando afuera las millones de posibilidades que tenemos, si tan sólo entendiéramos que los límites solamente existen en nuestras mentes.

       A través de un amigo que tuvo la fortuna de ser una pasajero de este joven, es que conocí su historia, y al ver su enorme y contagiosa sonrisa, me di cuenta de que ese hombre ha descubierto el secreto de la vida, ese "secreto" que no es que sea algo desconocido para los seres humanos, sino simplemente es algo que olvidamos, y es el hecho de que podemos lograr TODO lo que nos propongamos en la vida, mientras dejemos nuestros miedos de lado, y deshechemos de nuestro vocabulario la frase de NO PUEDO. En mi caso en particular es una frase que se había convertido en una respuesta automática para casi cualquier cosa en la vida, me era más fácil decir que no podía algo que intentarlo, y lo hacía porque tenía miedo de intentarlo, pero como todo en esta vida es una balanza, me case con un hombre que no acepta un no puedo por respuesta, y he ido descubriendo que puedo más de lo que creo, que entre dos podemos subir cargando una lavadora hasta el tercer piso, por una escalera de caracol y un espacio súper reducido, primero dije no puedo, como siempre, como lo había hecho durante 35 años de vida, pero al no tener otra opción, me di cuenta no solo de que si podía, sino que fue maravilloso para mi, ver mi lavadora instalada, no porque ya no tuviera las montañas y montañas de ropa por lavar, sino porque me daba gusto sentir que si se puede, que los retos valen la pena, que ese día fue sólo una lavadora, pero mañana podré escalar montañas, montar caballos, escribir un best seller, simplemente creyendo y creando.

       Claro, uno podría pensar que evidentemente no es lo mismo conducir un auto sin piernas ni brazos, que subir entre dos una lavadora, y por supuesto que entiendo que no es lo mismo, y no lo comparo, pero lo que si es lo mismo, es el hecho de que si nos decidimos a hacer algo que creíamos que no íbamos a poder, entonces lograremos hacerlo, simplemente porque nuestro único impedimento era el miedo.
       Por eso el día de mañana que sientas que no puedes lograr algo, recuerda a Rafael, el chofer de UBER que conquistó su mente y de esta manera alcanzó uno de los muchos objetivos que seguramente se pondrá todos los días en su vida, después de todo ya demostró que no hay fronteras, ni miedos tan grandes que no puedan ser superados por una férrea determinación y las ganas de lograr lo que algunos piensan que es imposible.
JESSICA WOOLRICH

lunes, 18 de abril de 2016

LA CUENTA QUE PAGAR

        La mayoría de nosotros estamos constantemente estamos pidiendo las mejores y más grandes cosas de la vida, de los demás y hasta a nosotros mismos. Pedimos y pedimos como si tuviéramos en nuestras manos el menú del mejor restaurante, sin pensar que de alguna manera, en algún instante, tendremos que pagar la cuenta. Y es que pedirle a la vida me parece maravilloso, es más es necesario, sin embargo debemos de tomar en cuenta de que también tenemos que dar, que no sólo se trata de arrancar los frutos de un árbol y no preocuparnos por regarlo y cuidarlo, todo es parte del proceso de cosechar y de obtener. Claro que no me refiero a ir con billete en mano pagando esto y aquello, me refiero a que tenemos que dar lo mejor de nosotros al mundo, a los demás, y a nosotros mismos, dar lo que tengamos a mano, lo que podamos hacer, lo que nos guste, lo que aporte, lo que nos haga crecer, lo que ayude, el chiste es dar, porque no todo es dinero. Por ejemplo cuantas personas no hay que día con día le suplican y le imploran a la vida por una buena salud, centran toda su atención en las peticiones y al mismo tiempo se olvidan de hacer ejercicio, de comer sano, de cuidar sus emociones, de cuidarse en si, ese es el pago al que me refiero. A que si  por ejemplo queremos que alguien nos haga un favor pero se lo exigimos en vez de pedírselo de forma amable, e incluso poniéndonos a su disposición por si hay algo que pudiéramos hacer por ellos a cambio, aunque no tiene que ser yo te doy si me das algo a cambio, pero si decirle a la vida ¿qué puedo hacer para agradecerte? Pero bueno no solamente se trata de darle algo material a otras personas, sino al hecho de que normalmente exigimos de los demás que sean impecables en su trato con nosotros, que no tengan errores, que actúen de acuerdo a como queremos las cosas, que piensen igual que nosotros, etc, básicamente queremos todo de nuestro lado, y una manera de dar también es otorgar un balance a las cosas, ceder a veces en algo, encontrar puntos medios. Tenemos que entender que la vida es un balance en donde a veces lo que me toca recibir no es lo que yo esperaba, y a cambio yo tengo que dar tolerancia, paciencia y esfuerzo, para seguir luchando por lo que queremos, pero sin enfrentarnos al mundo, sino dando tolerancia y calma. 

       Y es que en el agradecimiento están encerradas las mejores cosas de la vida, esa es la clave que abre la puerta de todo lo que podamos soñar y desear, en ser agradecidos, en valorar no sólo lo que queremos, sino también lo que tenemos, en valorar nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestras emociones, nuestro entorno, nuestra vida en general. El dar las gracias por lo que tenemos aunque no siempre sea lo que queremos, es una forma de mandar un mensaje a la vida, al destino o como le quieran llamar, de decir, ok tal vez mi situación no sea la idónea, pero estoy viva y de alguna manera aprenderé de esto y si me enfoco podré salir adelante de esto. 
       Así que a partir de ahora, porque no ves la vida, como lo que dije un magnífico restaurante con los mejores platillos preparados sólo para ti, pero en el que tu también tendrás que pagar esa deliciosa comida, que estás por disfrutar. Y aplica esto también para ti mismo, para darte a ti lo mejor, para procurarte, cuidarte, buscar crecer, madurar, avanzar, pide buenas cosas para ti al tiempo que no te olvidas de que al final habrá una cuenta por pagar.

JESSICA WOOLRICH

lunes, 11 de abril de 2016

SIN MIEDO A UN ABRAZO

        Hace unos quince años más o menos, estaba con mi familia de vacaciones, cuando íbamos caminando por la playa de Venice Beach, rodeados de toda clase de personas, cuando ahí en medio de la calle vi a un hombre que hasta hoy no he podido olvidar, en sus manos tenía un letrero que anunciaba abrazos gratis, recuerdo que me quedé muy confundida porque no comprendía que pretendía ese hombre, vi su enorme sonrisa y por un momento pensé en acercarme a él, y darle un abrazo, pero pudo más mi miedo y me seguí de largo. Y hoy después de tantos años sigo arrepentida al no haberme dado la oportunidad de recibir una muestra de cariño desinteresado y tan singular, hoy me doy cuenta de cuantas veces en la vida me he privado de cosas positivas a causa del miedo, esa ocasión me quedó muy grabada, pero como ese hay muchos otros momentos en la vida en el que tomamos decisiones basadas en el miedo y de esta manera nos alejamos del camino de la felicidad, cuando nos quedamos con la persona equivocada por miedo a estar solos, cuando aceptamos un trabajo que no nos llena por miedo a la falta de dinero, cuando elegimos la carrera equivocada porque creemos que la que sentimos es nuestra verdadera vocación no será muy bien remunerada, cuando pedimos perdón sin saber el porque lo hacemos solamente para complacer a alguien, cuando decimos si y en verdad queremos decir no, y así la lista sigue y sigue, y es que la mayoría de nosotros hemos aprendido a convivir con nuestros miedos y demonios y en vez de enfrentarlos, simplemente los hemos ido disfrazando, y le ponemos etiquetas de "porque somos precavidos", "cuidadosos" "educados" "agradables" entre otros adjetivos más, pero eso si nunca podremos ponernos un letrero grande que diga "TENGO MIEDO" porque si lo hacemos entonces ya no podremos esconder esos miedos y tendremos que enfrentarnos a ellos, y entonces seguramente nuestra vida sería maravillosa, dejaríamos atrás las frustraciones, los rencores, los arrepentimientos y viviríamos con plenitud de decisión, pero quizás a eso sea a lo que le tememos.

         Es que pienso que tal vez a lo que más le tememos en la vida es a crecer, a madurar, a subir de peldaños, porque vemos la montaña frente a nosotros y a+u cuando sabemos o nos imaginamos del gozo que viviremos en la cima, aún así ponemos las cosas en una balanza, y preferimos no subir los peldaños, no escalar, y quedarnos en el confort del abismo y de la obscuridad, aunque en mi caso he decidido que quiero pararme en la cima, quiero levantar los brazos y celebrar mi victoria, quiero ver las nubes, las estrellas, quiero alcanzar mis sueños, quiero no volver a arrepentirme cuando alguien quiera darme alguna cosa positiva en la vida, por eso si el día de mañana veo a alguien con un gran letrero ofreciendo un abrazo, correré a recibirlo, porque estoy preparada para recibir las mejores cosas de la vida, y si mañana me ves en la calle, puedes pedirme un abrazo que estaré feliz de dártelo.


        Y al dártelo a ti, estaré recibiendo grandes cosas para mi.

                                                                   JESSICA WOOLRICH